viernes, 16 de mayo de 2008

Morgue, 1912, Morgue, 1998

Gottfried Benn se dio a conocer en el pequeño mundo literario expresionista alemán en marzo de 1912 con el volumen de poemas Morgue und andere Gedichte. El libro le generó una infame fama a nuestro poeta, al grado que aún hoy, casi un siglo después de su aparición, sigue siendo prácticamente lo único que muchos lectores conocen de él. Por este pequeño volumen muchos lectores pretenden explicar el resto de su poética como tremendista, destructora de valores burgueses, y un largo etcétera. Sin embargo, este pequeño volumen no es, ni con mucho, representativa del resto de la obra del poeta, y tal entusiasmo nunca ha llevado a los lectores a profundizar en la estética del autor. La poesía que al año siguiente comienza a publicar Benn no es ni con mucho similar a la que le precedió, y salvo algunos poemas del subsiguiente año, que presentaban el mismo tema y explotando al máximo las escasas posibilidades que tal temática presentaba, el autor sólo volverá a tocar temas similares poco más de 20 años después.





Pero la experiencia literaria que da origen a la escritura de Benn tiene muy poco que ver realmente con las propuestas anti-burguesas y con las temáticas expresionistas. Uno de los temas por excelencia del espresionismo, la rebelión con los padres se manifiesta en este conjunto lírico no a través de ese tremendismo, sino a través de la ruptura con el lenguaje heredado, con las imágenes y los modelos líricos previos. Pero esta imagen de cuerpos destazados, sin identidad, tiene sus raíces en otra parte. No únicamente en la experiencia médica del autor, sino en otra parte, más lejana, en el mito, y concretamente en los ritos bacánticos de Las bacantes de Eurípides. Estos mitos e imágenes son más evidentes en algunas piezas en prosa, menos conocidas entre nosotros, que en estos poemas iniciales, pero que benen de la misma fuente que las obras en prosa de esa misma época.


Benn en Bruselas en 1916

Uno de los poemas más irreverentes del ciclo Morgue es Hombre y mujer deambulan por el pabellón de los cancerosos.

Mann und Frau gehen durch die Krebsbaracke


El hombre:
En esta hilera hay vientres descompuestos
y en esta otra hay pechos descompuestos.
Cama apesta junto a cama. Las enfermeras se turnan cada hora.

Ven, levanta esta cobija.
Mira este grumo de grasa y humores podridos;
esto alguna vez fue importante para este hombre
y fue también delirio y patria.

Ven, mira esta cicatriz en el pecho.
¿Notas el rosario de blandos nudos?
Toca sin temor. La carne es blanda y no duele.

Esta mujer sangra como si treinta cuerpos tuviera.
Nadie puede tener tanta sangre.
A esta otra recién le extrajeron
un niño del canceroso seno.

Se les permite dormir. Día y noche. A los nuevos
se les dice: aquí se duerme hasta sanar. Sólo los domingos
se les deja despiertos un rato, para las visitas.

Pocos alimentos se ingieren. Las espaldas
están en carne viva. Ves las moscas. A veces
los lava una enfermera, como se lavan los bancos.

Aquí el camposanto sube hacia cada lecho.
Carne se adelgaza. Fuego vital se pierde.
Humores coagulan. Tierra llama.

El poema es una descripción, carente de cualquier asomo de emoción, de lo que un médico observa en una zona especialmente terrible, donde las personas parecen ocupar el mismo sitio que un mueble o un utensilio. La fría descripción corresponde no sólo a la mirada analítica de un médico que debe alejarse del dolor, sino de un mundo donde las identidades son apenas un accidente. No es casual que estos personajes apenas mencionados al desgaire en el poema carezcan por completo de identidad, de nombre, de un yo trascendente.




En 1998, el grupo alemán Das Ich grabó el disco Morgue, un álbum que recupera las letras de los poemas del ciclo benniano de 1912, con una atmósfera que tiene muy poco que ver conl el expresionismo, y que recuerda más los trabajos en la electrónica que más o menos por esos mismos años y unos pocos anteriores realizara el grupo belga Art Zoyd. Se trata de un trabajo interesante para la época, algo alejado de lo que el grupo realizaría posteriormente, decantado hacia lo que algunos llaman el rock post-gótico e industrial, con acercamientos al hard rock, bastante más escandaloso y ruidoso. No se trata estrictamente de versiones cantadas de los poemas, sino más bien de una suerte de recitación susurrada y agresiva que en el fondo resulta bastante convencional, especialmente en lo relativo a la música, que muy pronto pierde interés y se vuelve repetitiva y predecible. Aún así, es posible que haya quien quiera conocer este trabajo. Este es el contenido del mismo:

1- Mann Und Frau Gehn Durch Die Krebsbaracke
2- Kleine Aster
3- Saal Der Kreisenden Frauen
4- Drohung
5- Curettage
6- Schöne Jugend
7- Requiem
8- Negerbraut
9- Mutter
10- Kreislauf
11- Der Arzt I
12- Der Arzt II
13- Der Arzt III
14- Erde Ruft

Este es el enlace para descargarlo:

Finalmente, se necesita del siguiente password para abrir el contenido: nova-express.

viernes, 9 de mayo de 2008

1886, Mansfeld



Vista del Oder, cerca de Neumark



Todas las notas biográficas sobre nuestro poeta comienzan de la siguiente manera, con algunas variantes mínimas: "Nace Benn en el pueblecito de Mansfeld (Westprignitz), en Prusia, casi en la parte más oriental de Alemania, el 2 de mayo de 1886 [...] Poco después de nacer Gottfried Benn, la familia se traslada a Sellin, un pueblo más grande en la zona de Neumark, al este del Oder, región que hoy, y desde la Segunda Guerra Mundial, forma parte de Polonia" (del prólogo de Arturo Parada a G. Benn, Antología poética, Madrid, 2003, pp. 9-10).


Suena muy bien, pero salvo que uno viva en esas zonas de Alemania o Polonia, en realidad no nos dice absolutamente nada a los lectores allende las fronteras alemanas. Y es muy probable que para muchos alemanes les suene igualmente ajeno. Con la mano en la cintura podríamos cambiar los nombres de las ciudades mencionadas y seguirían refiriéndonos a lugares distantes sobre los cuales no sabemos absolutamente nada. Pero es importante saber dónde quedan estas poblaciones, para entender algunos de los desarrollos posteriores en la obra de nuestro poeta.


La primera pregunta que debemos hacernos es ¿dónde diablos queda Mansfeld?


Imagen aérea de Mansfeld en la actualidad



Tal vez si nos asomamos a un mapa algo se aclare. ¿Qué tal este?





No muy útil, ¿verdad? Tal vez convenga ubicar a este poblado en un contexto histórico, que nos permita reconocerlo en el tiempo. En el siguiente mapa, realmente antiguo, que retrata el declive del margrave de Brandemburgo entre 1320 y 1415, podemos observar, aproximadamente en B12 b 53, la ubicación del poblado de Prignitz, que nos puede ya de entrada ubicar en el mapa. A la derecha, en D 14-16, b54-53, la región de Neumark y el río Oder. Como se puede observar, esta región fue cedida a la Orden Teutónica en 1402, y algunas zonas aledañas fueron cedidas a Pomerania.


Plano del margrave de Brandemburgo 1320-1415


Mucho tiempo después, como lo mustra el mapa de las provincias prusianas en 1878, la zona de Neumark se llamará Westpreußen, y podemos suponer que así como antaño había una región llamada Prignitz, en esta misma zona habría otra llamada Westpriegnitz. Este segundo mapa es apenas diez años anterior al nacimiento de Benn, y en ese sí podemos ver delineada la geografía que las notas biográficas relatan.


Las provincias prusianas



De hecho, todas estas notas biográficas se basan en el texto más antiguo conocido del poeta, redactado en 1903, es decir mucho antes de que escribiera sus primeros versos. Este es el texto de nuestro autor:



“Yo, Gottfried Benn, nací en Mansfeld (West-Priegnitz) el 2 de mayo de 1886. Mis padres se cambiaron en los inicios de 1887 para Sellin cerca de Bärwalde en el Neumark, donde permanecen hasta hoy. El día de san Miguel de 1897 llegué al Gymnasium de Frankfurt en el Oder, el cual abandoné tras seis años como mula. ¡Gracias a Dios! Sólo bajo estas circunstancias me fue posible ir hacia la Universidad de Marburgo; que fuera al Club Académico me resultó obvio como hijo de un anciano, quien está vinculado al club con gran cariño aún hoy. Espero y creo que pasaré un hermoso semestre en el Club Académico, como él lo hizo en su tiempo.”

Podemos ver, entonces, ahora sí, en mapas más actuales, toda esa zona. Este primer maá es de suma importancia, pues no sólo muestra, como el subsiguiente, toda la región, sino que nos ofrece algode enorme interés, que es la geografía física de la zona. Si en ambos aparece el poblado de Zellin junto al Oder, en este primero es de suma importancia que observemos los campos y bosquecillos que lo rodean, que concuerdan con la descripción que hará en 1933 en Lebensweg eines Intellektualisten (Trayectoria de un intelectualista).


Mapa de Pomerania

Este segundo mapa nos muestra en detalle todas las poblaciones en Neumark. Por supuesto, destacan las zonas principales, un poco arriba al centro, Landsberg, donde Benn pasaría una etapa crucial de su vida durante su exilio interior en los años 40s. Otra zona que destaca es al norte Köningsberg, y un poco al sur de ésta, Bärwalde, a donde se movieron los padres de Benn casi al año de haber nacido éste. Y a la izquierda, justamente junto al Oder, el poblado de Zellin, justo donde Benn vivió con sus padres.





Mapa de Neumark en la actualidad

Así recuerda Benn su infancia en esa zona.

“Cuando tenía seis meses, mis padres se mudaron a Sellin, en Neumark, y ahí crecí: en un poblado de setecientos habitantes en la llanura septentrional alemana, una gran casa rectora, un gran jardín, a tres horas de viaje del Oder. Esta es ahora mi patria, pese a que no la conozca nadie: la tierra de mi niñez, inmensamente amada. Allí crecí con los jóvenes del pueblo, hablé el plattdeutsch, corrí hasta noviembre con los pies desnudos, estudié en la escuela del pueblo, fui confirmado con los hijos de los campesinos, viajé en los campos sobre las carretas recolectoras, fui a los prados a cortar el heno, cuidé a las vacas, recolecté de los árboles cerezas y nueces, en primavera construí flautas con varitas de sauce, y salí a cazar nidos. En esa época un pastor recibía parte de su salario en productos de la naturaleza: para las Pascuas cada familia de la comunidad debía entregarle de dos a tres huevas frescas, cestos llenos llegaban a nuestra sala, y en otoño cada confirmado llevaba una oca bien gorda. Frente a la casa se erguía un tilo, que siempre estaba ahí, un pequeño abedul creció en el porche, y los restos de un vetusto horno yacían desvencijados en el jardín. Imperturbables florecían las lilas, las acacias y los arraclanes.”

En esta región, que como bien dice Benn, nadie conoce, vivió su infancia y algunas experiencias decisivas para el desarrollo de su literatura, que será el fruto de tal experiencia


Mansfeld en 1650, grabado de Matthäus Merian


Benn ya no regresará jamás Mansfeld, donde nació, pero cuya tierra nunca vio. La siguiente foto muestra cómo era el poblado en 1914, mientras el poeta vagaba por Bruselas como médico en el frente de guerra.

Mansfeld en 1914

Hoy Mansfeld es un poblado un poco más alegre en su aspecto, pero no parece haber mostrado jamás interés en recibir visitantes con motivo de ser la tierra que vio nacer al más importante poeta alemán del pasado siglo. Y Benn tampoco se preocupó mucho por acercarse a esta tierra que parece ofrecer muy poco al visitante, salvo su iglesia y el castillo.

Iglesia de San Jorge, en Mansfeld


Castillo de Mansfeld


Pero si van al enlace siguiente: http://www.panoramio.com/photo/2137130 podrán realizar una visita virtual única, justamente al Mansfeld actual, donde se ve tanto el castillo como la Iglesia de San Jorge, y donde es posible recorrer la geografía completa del lugar. Tal vez alguno le interese visitar la tierra natal de Gottfried Benn. Increíble pero cierto.


lunes, 28 de abril de 2008

Sils-María

Friedrich Nietzsche puede considerarse como el mentor intelectual de nuestro poeta. Figura tutelar que no sólo apadrina su poética, basada en la premisa de la justificación estética de la existencia, también le sirve de estímulo y de imagen paterna a la cual se refiere en incontables ocasiones. En el periodo de la Segunda Guerra Mundial, Benn le escribe varios poemas de notable factura, no sólo por lo que representa el filósofo para el poeta, sino por lo que el poeta hace con el legado nietzscheano y su aplicación concreta en su escritura. Sils-María es un poema que retrata, admirablemente, los alcances intelectuales de la poesía absoluta, de esa que varios años más tarde Benn llamará como aquella que está montada para fascinar. Aquí vemos, entonces, su procedimiento lírico del montaje lírico: citas de diversos ámbitos y en varios niveles, no sólo literarios, o vivenciales, sino incluso técnicos, visuales.

Nietzsche en su casa de Naumburg, por Stoveing
Sils Maria es un poblado en las alturas de Engadina, en los Alpes suizos, adonde frecuentemente iba Nietzsche. Se trata de un hermoso poblado que no ha dejado su aparciencia como de aislamiento del tiempo y las deformaciones tecnológicas. Incluso hoy en día en sus calles no hay prácticamente automóviles, los cuales están proscritos de la zona. Como recuerdo de las estancias nietzscheanas, o tal vez porque el filósofo pasaba horas en las riberas del lago, se encuentra allí erigida la llamada Roca de Nietzsche.


Roca de Nietzsche, junto al lago


Sils-Maria es un poema en dos estancias en las que Benn combina todas sus técnicas líricas de manera admirable. En particular su llamada técnica del montaje halla en este poema una de sus ejemplos más depurados, pues en un mismo poema combina saberes existenciales, literarios, históricos (aunque no haya una fecha precisa) en dos niveles (a manera de admirable contrapunto), e incluso técnico-visuales. En efecto, no sólo vemos la cita culterana latina (vulnerat omnes, ultima necat) ya usada con anterioridad por el propio Benn en Über die Rolle des Schriftstellers in dieser Zeit, de 1929, también vemos cómo reutiliza un viejo poema —de hecho, su primero— acerca del efecto de la nieve en el paisaje, para darle un nuevo tratamiento, que sirve para contraponer el destino individual del pensador con el colectivo de la gente. Pero también vemos su asombrosa capacidad para relacionar objetos totalmente distintos y hallar un punto que los una, en una conjunción que sólo puede darse mediante la palabra, el poder de la palabra. Este último caso lo ejemplifica la palabra Ópalo, un mineral que suele asocialrse a joyas y adornos, pero que la mirada escrutadora del poeta le sirve para describir, en una sola palabra, el aspecto del poblado visto desde los montes que lo circunscriben. Visto desde una perspectiva meramente literaria, parecería una extraña intrusión del mundo técnico, mineral, en un contexto literario. Pero, como lo demuestra la foto que elegí para ilustrar este ejemplo, la similitud del paisaje del poblado suizo con la apariencia del mineral en bruto evidencian la capcidad para percibir similitudes en donde probablemente nadie más lo haría, que tanto caracterizó a Benn.


Vista del poblado desde el Monte Corvatsch



Sils-Maria

I
In den Abend rannen die Stunden,
er lauschte im Abhangslicht
ihrer Strophe: „alle verbunden,
die letzte bricht...“

Das war zu Ende gelesen.
Doch wer die Stunden denkt:
ihre Welle, ihr Spiel, ihr Wesen,
der hat die Stunden gelenkt —:

Ein Alles-zum-Besten-Nenner
den trifft die Stunde nicht,
ein solcher Schattenkenner
der trinkt das Parzenlicht.

II
Es war kein Schnee, doch Leuchten
das hoch herab geschah,
es war kein Tod, doch deuchten
sich alle todesnah —:
es war so weiβ, kein Bitten
durchdrang mehr das Opal,
ein ungeheures: Gelitten
stand über diesem Tal.


Vista del ópalo en bruto



Sils-María
I
En la tarde las horas corrían,
escuchaba en la luz de la colina
sus coplas: “todas hieren,
la última mata…”

Esto se leyó hasta el final.
Pero el que piensa las horas
—sus olas, sus juegos, su esencia—
es quien las horas conduce:

a un nominador del optimismo
no lo tocan las horas,
este conocedor de sombras
bebe la luz de las Parcas.

II
No era la nieve, sino luces,
lo que de lo alto descendió;
no era la muerte, pero creían
todos la muerte cercana;
era tan blanco, ningún ruego
penetraba aquel ópalo,
descomunal: sufrimiento
sobre este valle se escribió.
Publicado originalmente en Die Literatur XXXVI, 1, 1933
Statische Gedichte, 1948
Como se puede observar, en Sils-María Benn pone en juego todo su arsenal lírico para crear un poema en donde no sólo se contrapone su concepción nietzscheana de la justificación estética de la existencia frente al simple destino de los seres mortales cuyas vidas se ven amenazadas por una avalancha de nieve —en palabras de Nietzsche, el destino de un hombre superior supera con mucho el destino de muchos otros hombres inferiores—, sino que, además, es ejemplo vivo de lo que expresa a través de contraposiciones y citas cultas para que la palabra brille solitaria, en alpina soledad. No muy diferente de lo que Benn buscó en muchos de sus poemas de juventud.

lunes, 14 de abril de 2008

Conceptos fundamentales: Azul



En la palabra azul Gottfried Benn une y sintetiza varios elementos de su poética que se complementan e interconectan de manera orgánica. Para Benn no es sólo un color en el sentido que el modernismo latinoamericano le dio a éste, o que otros poetas le han dado. En múltiples poemas aparece de diversas formas, pero será en su prosa temprana donde los diversos términos relacionados con esta palabra se presentarán incluso antes que en su poesía. A través de complejas eleaboraciones teóricas posteriores, Benn intentará esclarecer su sentido, creando neologismos que buscan traducir la fuerza y potencia de este color, que descrito así, se transforma en un concepto fundamental de su poética.




En un ensayo de 1921, Epilog und Lyrisches Ich, Benn redacta una de sus primeras tentativas para esclarecer este concepto. Allí aparece, por única vez, un primer intento de descripción a través de un complicado arabesco teórico que busca esclarecer ese poder de la palabra azul: transitorische monistische Hypertonien zur Entstehung des Gedichts. Tal descripción de lo que ocurre al interior del poema a través de la fuerza de la palabra. Al referirse más concretamente al poder explícito de la palabra azul, vuelve a usar un neologismo que en su enorme complejidad sintético-lingüística busca apresar tal poder: Zusammenhangsdurchstoßung. Detrás de esta compleja elaboración intelectual se oculta el poder eruptivo e irruptivo de la palabra poética:



Algunos años después. Nuevos trabajos, nuevas búsquedas del Yo lírico. Procesos digestivos, congestión heurística, hipertonia monística transitoria para la transformación del poema [transitorische monistische Hypertonien zur Entstehung des Gedichts]. Un Yo mito-monómano, religioso, fascinante: Dios un principio estilístico adverso, pero dioses en el segundo verso un dios en el último verso – un nuevo yo, que Dios vive: sustantivístico sugestivo.

[...]
No por nada digo azul. Es la quintaesencia de la palabra meridional
[Südliche Worte], el exponente de los complejos ligúricos [ligurischen Komplexes], de enormes valores de arrebato [Wallungswert], el medio principal para la irrupción-total [Zusammenhangsdurchstoßung] a partir de la cual empieza la auto-combustión, el ‘fanal mortal’ a través del cual los lejanos reinos se vierten para introducirse en el orden de esa ‘pálida hiperemia’.


De Lyrisches Ich (1921)

Treinta años después, en noviembre de 1950, en una carta dirigida a Dieter Wellershoff, Benn le explicará a éste el sentido de todas aquellas tentativas hiper-teóricas de su juventud con un lenguaje más accesible y comprensible:


En la época de Edmée la “Palabra meridional” [Südwort] tenía un gran valor para mí, temas y palabras circundadas de Sur me procuraban resurrección, abrían mis cerraduras — y yo fluía adelante, dentro, en medio de la azulidad, en el espacio sin nubes. Blau, “azul” — un tema importantísimo en mis procesos de elevación — hallar una palabra nueva para el azul como “un sacrílego azul” (en Englisches Café) — un “azul de esfinge sobre nieve y mar” (en Einst) quería decir pasar de un estado de rigidez y de cerrazón a uno de flujo y desenvolvimiento. Así recuerdo los decenios en que viví todo esto, y justamente esto, por cuanto sé, lo he contado en Epílogo y yo lírico, por usted mencionado.

Para Benn, la palabra y el color azul representan, entonces, la irrupción total de un mundo que está más allá de la razón y que, si uno tuviera una perspectiva psicológica, podría entenderse como la expresión psicológica, intangible, de un proceso interno del alma, del espíritu, que sólo puede manifestarse a través del poema mismo, literalmente como una erección de la escritura. Por eso, tal vez, en otro momento Benn dirá, no sin exagerar, que “la palabra es el falo del espíritu”.

viernes, 11 de abril de 2008

Isla de Pascua

Alineación de 15 estatuas en Tongariki, Rapa Nui (Isla de Pascua)

Osterinsel es un poema escrito en las postrimerías de los años 20, cuando Benn ha abandonado hace ya mucho su etapa expresionista, y es plenamente conciente de los elementos teóricos de su estética. Frente a una lectura descuidada, podría parecer que Isla de Pascua es un poema que explora el exotismo tan caro a los expresionistas, pero en realidad el poema explora otra veta, más particular de Benn, que tiene ciertamente sus raíces en el expresionismo de la década precedente, pero que apunta a otros procedimientos estilísticos particulares y a otra cualidad característica de nuestro poeta, en este caso su bionegativismo y su crítica a la historia. Al mismo tiempo, es un claro anticipo de su poesía montaje de su etapa de madurez y aislamiento del periodo nazi. No sólo contiene versos imposibles de reproducir en español sin la fuerza del original:
Die großen alten Worte
haben die Felsen zu Horte,
die kleinen leben so.

sino términos abiertamente antipoéticos, como la referencia al sistema bustrofédico, o bustrófedon, que es el término estrictamente técnico para un tipo de escritura que no tiene un sistema fijo lineal. La palabra proviene de del griego Βου- (bou, buey) - στροφή- (strofe, vuelta o giro) -δον (sufijo adverbial), por su semejanza con la trayectoria formada en las tierras de labor con el arado (tirado por bueyes). El ejemplo más popular de este tipo de "escritura" en nuestros días es su aplicación en el juego de Serpientes y escaleras.
La introducción de este término absolutamente técnico, ajeno al habla cotidiana, nos refiere, como en otros poemas, a un elemento cultural que simboliza, en este caso, un tiempo anterior a la fijación de la escritura, un momento en que los elementos humanos y los no humanos se interconectaban y establecían relaciones hoy incompatibles. Este procedimiento literario, típico de Benn, le sirve para disparar, literalmente, los sentidos posibles del poema, de modo que la obra sea un texto abierto que requiera, necesariamente, la participación activa del lector.



Monumento de Sulthanan, en el Museo de las civilizaciones anatólicas, en Ankara, Turquía.

La estela contiene una escritura jeroglífica escrita en el sistema bustrofédico.



En Osterinsel, Benn desarrolla no sólo el bionegativismo cada vez más característico de su escritura, sino su confianza en el poder de la palabra, en su esencia misteriosa, que se vincula con el origen antiguo y abiertamente misterioso —para los europeos, por supuesto— de esta isla, que en el caso de Benn no es tanto un exotismo, sino un símbolo de esos tiempos prehumanos en que las potencias de la palabra subyacen. Todos estos elementos culteranos, antipoéticos, vinculados a una escritura rítmica y rimada le permite a Benn construir un asombroso poema que hace referencia a la mitología de la isla de Rapa Nui y a sus deidades esculpidas en Moto Nui, donde se rendía culto a los dioses aves, en el pueblo de Orongo, donde se encuentran los célebres petroglifos que testimonian tal veneración; esta mitología ya desaparecida, o hundida, justamente, en lo ignoto, es en donde Benn sitúa el poder y la magia de la palabra lírica, en esta magnífica síntesis ahistórica que es Osterinsel.


Osterinsel

Eine so kleine Insel,
wie ein Vogel über dem Meer,
kaum ein Aschengerinnsel
und doch von Kräften nicht leer,
mit Steigebilden, losen,
die Ebene besät
von einer fast monstrosen
Irrealität.

Die groβen alten Worte
—sagt Ure Vaeiko—
haben die Felsen zu Horte,
da kleinen leben so;
er schwelt auf seiner Matte
bei etwas kaltem Fisch,
hühnerfeindliche Ratte
kommt nicht auf seinen Tisch.

Vom Pazifik erschlagen,
von Ozeanen bedroht,
nie ward an Land getragen
ein Polynesierboot,
doch groβe Schwalbenfeiern
einem transzendenten Du,
Göttern von Vogeleiern
singen die Tänzer zu.

Tierhafte Alphabete
für Sonne, Mond und Stier
mit einer Haifischgräte
—Baustrophedonmanier—:
ein Zeichen für zwölf Laute,
ein Ruf für das, was schlief
und sich im Innern baute
aus wahrem Konstruktiv.

Woher die Seelenschichten,
da das Idol entsprang
zu diesen Steingesichten
und Riesenformungszwang —
die groβen alten Worte
sind ewig unverwandt,
haben die Felsen zu Horte
und alles Unbekannt.

Moto Nui, la isla del culto a los hombres pájaros, con los célebres petroglifos


Isla de Pascua

Una isla tan pequeña
como un ave sobre el mar,
apenas un coágulo de cenizas
sin fuerza,
con estatuas de piedras dispersas,
la llanura diseminada
por una monstuosa
irrealidad.

Las grandes y antiguas palabras
—dice Ure Vaeiko—
tienen las rocas por casa,
las pequeñas viven así;
él vegeta en su estera
ante un poco de peces fríos,
una rata enemiga de los pollos
no llega a la mesa.

Asediada por el Pacífico,
por los océanos amenazada,
nunca llegó a tierra
una barca polinesia
sino grandes fiestas de golondrinas
a un Tú trascendental,
dioses de huevos surgidos
cantan a los danzantes.

Alfabetos animales
para sol, luna y toro
con una espina de escualo
—sistema bustrofédico—:
un signo para doce sonidos,
un grito para lo que duerme
y al interior se edificaba
por sustancias constructivas.


De dónde los estratos del alma
de los que nació el ídolo
para estas visiones de piedra
y coacciones a formas gigantes—
las grandes y antiguas palabras
son eternamente inmutables,
tienen las rocas por casa
y todo lo ignoto.

Publicado originalmente en Gesammelte Gedichte, 1927


jueves, 10 de abril de 2008

Cariátide

Cariátide de la Ludwigskirche en Saarbrücken, de Carlo Pozzi

Karyatide es uno de los poemas de corte dionisiaco más importantes que escribió Gottfried Benn en su etapa expresionista. La elección del título mismo se refiere a un objeto de la producción artística, y todo el contenido del poema remite tanto al tema, ya tratado por el autor en varios otros poemas previos, de la creación artística, cuanto al de la meridionalidad (Südlichkeit) mencionada en el último verso. Es importante señalar que tanto el título del poema como el objeto mismo que designa la palabra cariátide se refieren, ambos, a un objeto, el título del poema y la escultura, que no existe sino en función de lo que específicamente hace: sostener la arquitectura de una obra. La existencia de la cariátide se da únicamente a través de su función: existe en cuanto sostiene. A partir de esta conceptualización podemos imaginar todo ese mundo que el poema "sostiene". Pero no dejemos llevar demasiado lejos la imaginación, al menos no tan libremente. Porque el poema se enmarca en los conceptos tempranos de la poética de nuestro autor, uno de los cuales, el más fundamental de todos, es su concepto, justamente, de la meridionalidad, de la búsqueda y anhelo del sur, representado por el color azul. El poema está, también, sustentado en la teoría nietzscheana de la justificación de la existencia a través del ejercicio estético pero también de su crítica a la historia, de la cual Benn será su más importante y moderno representante. Así, siendo la cariátide un objeto de arte, no significa que este poema sea un Dinggedicht, sino por el contrario, representa la rebelión contra la funcionalización del objeto en nombre del proceso creativo y poético. Aquí todavía no aparece la tematización del proceso artístico y del arte en sí y por sí que veremos en el Benn tardío, pero se puede vislumbrar ya una primera mediación entre vida y arte, la cual, metonímicamente, se halla significada en un objeto artístico: la cariátide. Se trata, sin lugar a dudas, de uno de los poemas más importantes de su etapa expresionista, por cuanto resume magistralmente sus teorías literarias tempranas y las enlaza con su producción de madurez, no de una manera teleológica, por supuesto.

Cariátides del Erecteion en la Acrópolis



Karyatide

Entrücke dich dem Stein! Zerbirst
die Höhle, die dich knechtet! Rausche
doch in die Flur! Verhöhne die Gesimse
sie: durch den Bart des trunkenen Silen
aus einem ewig überrauschten
lauten einmaligen durchdröhnten Blut
träuft Wein in seinen Scham!
Bespei die Säulensucht: toderschlagene
greisige Hände bebten sie
verhangenen Himmeln zu. Stürze
die Tempel vor die Sehnsucht deines Knies,
in dem der Tanz begehrt!
Breite dich hin, zerblühe dich, oh, blute
dein weiches Beet aus groβen Wunden hin:
sieh, Venus mit den Tauben gürtet
sich Rosen um der Hüften Liebestor –
sie dieses Sommers letzten blauen Hauch
auf Astermeeren an die fernen
baumbraunen Ufer treiben; tagen
sieh diese letzte Glück-Lügenstunde
unserer Südlichkeit
hoggewölbt.



Cariátide del Erecteion de Atenas en el Museo Británico


Cariátide
¡Sustráete de la piedra! ¡Rompe
la cavidad que te aprisiona! ¡Irrumpe
*
en la campiña! Mófate de las cornisas –
mira: por la barba del ebrio Sileno
desde un eterno tumultuar
estremecido por extraña música
gotea vino en su sexo.

Escupe la sed de las columnas: seniles
manos muertas temblaron
hacia nublados cielos. Derriba
los templos ante el ansia de tus rodillas
que anhelan danza.

Extiéndete, florece, oh, sangra
tu suave arriate de grandes heridas:
mira, Venus con sus palomas se ciñe
de rosas la puerta del amor de las caderas –
mira exhalar este último azul del estío
vagar a la deriva en el mar de ásteres hacia las lejanas
riveras brunas de los árboles; mira
alborear esta postrer hora falaz de felicidad
sobre nuestra meridionalidad
alta como una bóveda.

Publicado originalmente en Die weißen Blätter, III, 3. marzo.1916






* Aunque el verbo usado por Benn es Rausche, en imperativo, hago el traslado hacia el sentido dionisiaco no tanto de ebriedad, sino de irrupción repentina que conlleva.

miércoles, 9 de abril de 2008

Bienvenida

En Bruselas, frente al mar (ca. 1916)

Bienvenidos al proyecto Gottfried Benn en español, una iniciativa literaria, cultural y mediática para difundir la obra de Gottfried Benn, considerado no sólo como el poeta alemán más importante del siglo XX, sino como el escritor expresionista más importante junto con Franz Kafka. Esta es una iniciativa cultural y literaria, sin fines de lucro, originada desde México, alejada de toda institución formal y de cualquier grupo literario y cultural oficial, institucional, académico, editorial o privado, tanto de México como de cualquier otro país. Con esto se busca poner al alcance de cualquier lector o visitante a esta página la obra del poeta alemán, sin que medie ninguna institución cultural o editorial del viejo continente, provenga ésta de España o de Alemania, de una forma pedagógica y atractiva, como no se ha hecho con su obra, ni la de ningún otro escritor del mundo, en la web.



En su estudio (ca. 1950)


Los recursos visuales y de audio que la web proporciona serán no sólo un apoyo para la cabal comprensión de la obra de nuestro poeta, sino un medio fundamental que apoye y guíe el lector interesado en profundizar en el conocimiento de la poética de este autor. Así pues, los textos no se presentarán aislados, sino de manera orgánica, siempre comentados, con ejemplos visuales y ocasionalmente auditivos o de video, y con enlaces a otros textos del autor en esta misma página, conforme vayan apareciendo, lo que significa que una entrata no es definitiva hasta que no aparezca el enlace recíproco entre textos, lo que hará la lectura mucho más pedagógica y atractiva.




Esperamos que los lectores se acerquen a este enorme poeta a través del trabajo dedicado a su estudio y divulgación en esta página. La mejor forma de divulgar la obra de un poeta es burlar la vigilancia de los cancerberos mercantiles que suelen pervertir este tipo de iniciativas. En la web no existe un proyecto de esta naturaleza. Estoy seguro que de este proyecto surgirán otros similares, dedicados a otros autores.